Martín no tiene apetito. Estuvo toda la tarde pensando que podría apetecerle cuando vio en un libro de recetas, que tenía encima de la mesa, estas galletas y me dijo: "Quiero esto". Así que, nos pusimos manos a la obra y esto es lo que nos salió.
Es una masa muy agradecida y fácil de trabajar. Se pueden hacer con moldes metálicos o bien se pueden modelar con las manos. Estas las hicimos con las manos, es mucho más divertido, sobretodo para los niños.
A algunas de ellas, les pusimos mermelada de fresas y de melocotón, que por cierto, también hicimos nosotros con unos restos de fruta cortada que se nos estaban madurando demasiado en la nevera. La pusimos en un bol, le añadimos el azúcar y la metimos al microondas unos minutillos. Exquisita.
No me enrollo más y os paso la receta.
INGREDIENTES
150 gr mantequilla.
120 gr azúcar en polvo
2 cucharaditas de azúcar de vainilla
1 huevo
70 gr almendras molidas
250 gr de harina sin gluten
harina para la superficie de trabajo
papel de horno
Batir la mantequilla con el azúcar en polvo y el de vainilla. Añadir el huevo y seguir batiendo 2 min. Añadir progresivamente la harina y las almendras. La masa todavía estará demasiado húmeda para poderla trabajar pero no tardará en secarse. Envolverla con papel film de cocina y guardarla en la nevera durante 1 hora.
Precalentar el horno. Podéis extender la masa sobre una tabla espolvorada de harina hasta que tenga un grosor de 2mm, más o menos, o bien, podéis, modelar las figuras con las manos. Se van dejando sobre una bandeja de horno con papel para hornear y se hornean durante unos 8 minutos a 200ºC hasta que se doren.
Retiráis la bandeja con el papel y dejáis que se enfríen.
Las guardáis en una caja metálica. Se conservan bien. Si es que queda alguna, claro.
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